No sé si tu padre está vivo pero cuando hueles a algo que te recuerda a un muerto al que querías probablemente felicidad no sea la palabra.

El sentido del olfato es el más ligado a la memoria, normal que los aromas nos transporten a otros tiempos y lugares. A mi me pasa con el olor de las especias, chocolate y chiles (ají picante) de los almacenes, que asocio con mi padre trabajando en el molino cuando era niña (es productor de mole, una salsa mexicana a base de chile, especias, fruta y chocolate, y en ese entonces lo molía él mismo). También me pasa con el olor de los mercados (como a fruta y tortilla de maíz), el de las ofrendas de muertos (a pan, café, fruta, incienso y flores de muerto), el de la comida navideña, y el de la leña ardiendo. Todos ligados a mi infancia, a mi familia y a mi concepción de hogar.

#1 #1 eriol321 dijo: No sé si tu padre está vivo pero cuando hueles a algo que te recuerda a un muerto al que querías probablemente felicidad no sea la palabra.@eriol321 Eso no es necesariamente cierto. Cuando pasa el dolor inicial, donde cualquier cosa que te lo recuerde es una experiencia difícil, empiezas a valorar y a encontrar confort en las cosas que evocan a ese ser perdido. Hay aromas que me traen a la mente a mis abuelos, y hoy constituyen parte de mis recuerdos más felices y preciados.

#3 #3 peppercat dijo: #1 @eriol321 Eso no es necesariamente cierto. Cuando pasa el dolor inicial, donde cualquier cosa que te lo recuerde es una experiencia difícil, empiezas a valorar y a encontrar confort en las cosas que evocan a ese ser perdido. Hay aromas que me traen a la mente a mis abuelos, y hoy constituyen parte de mis recuerdos más felices y preciados.@peppercat Supongo que dependerá, a mi pasa con el olor a floyd, mi padre murió de una manera un tanto violenta, no he conocido eso de dolor inicial como algo que luego desaparece ,y hace más de siete años que no está.

#3 #3 peppercat dijo: #1 @eriol321 Eso no es necesariamente cierto. Cuando pasa el dolor inicial, donde cualquier cosa que te lo recuerde es una experiencia difícil, empiezas a valorar y a encontrar confort en las cosas que evocan a ese ser perdido. Hay aromas que me traen a la mente a mis abuelos, y hoy constituyen parte de mis recuerdos más felices y preciados.@peppercat Y también te diré yo que hace mucho que no tengo abuelos de ningún tipo que cuando se murió mi padre no fue ni remotamente comparable.

La coca por ejemplo.

A mi me pasa lo mismo con la pintura (mi padre era pintor)

Partiendo de la base de que los olores son un disparador de recuerdos, básicamente por un tema de supervivencia, pues sí, le pasa al 99% de la gente.