#3 Soy de la opinión de que las identidades, que son «psicológicas» cuando se analizan aislando al individuo y «sociopolíticas» cuando se considera al individuo dentro de dinámicas colectivas, conforman una necesidad humana. En la posmodernidad, todas las identidades tradicionales, en el mejor de los casos, se han relativizado, cuando no han sido objeto de «deconstrucción» y estigmatización. Por supuesto, el peso de la tradición es tan potente que no desaparece por medio siglo de propaganda, pero las generaciones que hemos nacido en la segunda mitad de siglo xx y en el siglo xxi ya no conceptualizamos la realidad del mismo modo. Somos hijos de un paradigma diferente.

En ese contexto contemporáneo, fomentado por publicistas, hay un parámetro identitario que ha cobrado mucha fuerza: la generación. Se entiende fácil si pensamos en las posibilidades de negocio que ello tiene y si tenemos en cuenta que todos, más que menos, hemos sido socializados en el arte popular, en la industria cultural de masas: música, películas, series...

Sigo en el siguiente mensaje.

Esta tierra no tiene remedio, tete. Somos una sociedad conservadora, en un sentido premoderno de la palabra. La mentalidad es cerrada, pueblerina, y los capitalinos son unos traidores ofrendadores a la meseta. No hay articulación de pueblo, a lo que ayudan unas infraestructuras deficientes (mucho se habla de Extremadura, pero... Relación lo que aportamos al PIB o la población que tenemos y lo que recibimos en inversiones...).

#1 ¡Hombre, Empotri, tú por aquí! ¿Qué tal vas? ¿Te estás preparando los chistes de Arévalo para la cena familiar? Recuerda darle con el codo a tu cuñado mientras dices, cuando las señoras no estén delante, que la Ayuso cada año está más empotrable, que «la» dabas hasta que se hiciera del PSOE.

#2 El Estado, al menos el liberal parlamentario (no me gusta aquello de «Estado de derecho», como si los otros modelos careciesen de leyes), está compuesto por diversas sensibilidades; es decir, no es menos heterogéneo que la suma de las diferentes familias y, en cambio, sin ninguna duda, es menos homogéneo que cada familia contada de manera individual, con independencia de su ideología educativa.

O caemos en el relativismo (todos los modelos de educación son válidos, respetemos la decisión de los padres), o entendemos que el Estado debe ocuparse de sancionar las malas prácticas. Todos tenemos claro ciertos supuestos en los que esta supervisión está bien...

Yo voy un paso más allá, pues considero ilegítima la mera figura jurídica de la familia.

Hermano... Algún día te pasarás al lado oscuro. Es cuestión de tiempo. Un abrazo.

La nostalgia es sintomática de decadencia, de muerte. Normalmente, es en la vejez cuando uno se vuelve nostálgico, pues sabe que le queda poco. El que es nostálgico con 20 años lo es porque no tiene futuro, porque no hay futuro.

Mención especial a los egeberos y sus técnicas de crianza basadas en decirles a sus hijos que nunca vivirán sus fiestas, música, etc. se habla mucho de los boomers y poco de los X.

El anarquismo necesita un apellido. Per se, es negación de la autoridad, sin más. No hay ulterior programa. En ese sentido, es liberalismo en su plenitud: libertarismo. Nada por encima de la libertad individual.

Históricamente, el anarquismo con más protagonismo es el comunismo libertario, al que imagino que te refieres. A mi juicio, el problema es que en la práctica su iconoclasia limita sus posibilidades de generar proyectos políticos capaces de rivalizar con las grandes corrientes. Su destino es parasitar los Estados a través de la okupación, cierto tipo de sindicalismo y cultura-arte (reproducción simbólica).

Ya no estamos en el siglo XIX. El poder militar y el control de los Estados sobre sus territorios es efectivo como nunca antes lo fue. Las honorables milicias, los maquis... Ahora tenemos ecopacifismo interseccional. No hay condiciones materiales para la revolución, sólo para la folclorización del pasado, lo que, paradójicamente, lo convierte en un producto de consumo.

El infiel puede ser egoísta y no querer «compartir» a su pareja, o puede experimentar un freno moral respecto al sexo libre, justificando su «desliz» como un fallo, una enajenación, un momento de debilidad.

Respecto a ir como solterx a un local de ese tipo: el sexo implica para muchxs afecto, intimidad, complicidad, confianza, seguridad, etc. Follar con desconocidxs en un lugar extraño y quizá con espectadoros y espectadoras no tiene por qué ser el deseo de todxs. Además, esos sitios, hablando desde la heteronormatividad, son campos de nabos.

Cuidado con las ITS, bro.

Es que Tinder tenía sentido para los que tenemos taras. Los que ya de por sí ligaban (el 80 % de las mujeres y el 30 % de los hombres, según la honorable Universidad de Misco), por comodidad y cuestiones asociadas al mercantilismo, culto a la imagen, etc., empezaron a usarlo, alterando la percepción de muchos, sus expectativas y exigencias.

User 2000 diría que hubo un tiempo en que te podías acercar a una desconocida en un pub sin ser criminalizado.

Con todo, pese a lo que dice la manosfera, sigo creyendo que quien más está perdiendo es el hombre, no la mujer. Ellas están tejiendo redes de apoyo mutuo, paliando la soledad; los hombres, en el mejor de los casos, se vuelcan en el gym. Y esas mujeres siguen teniendo sexo cuando quieren, su problema es encontrar pareja a la altura de sus estándares. Los pavos subliman la libido comprándose tarjetas gráficas pa jugar al PC con 40 tacos.

Ellas son listas...

#1 Pues en muchos sitios está entre 9-10 leros. Luego ya si eres familia numerosa, estudiante, etc. puedes abaratarla.

#1 Yo tuve un profe de Educación Física que era joven y estaba de buen ver. Era increíble cómo le tiraban ficha las alumnas. Seguramente, algunas de ellas estarán hoy tuiteando que los hombres son agresores, ped..., etc. Hablo de chicas de 16-17, no de 1 de la ESO. Lo rodeaban, hacían poses, comentarios subidos de tono...

#2 Puto Dibujo Técnico, hermano.

Cuando se entere de que «data» es una palabra latina, le peta la cabeza.

Y un bocachanclas a la altura de Ángel Gaitán.

Los pokes son sanos; sus restaurantes explotan ese marketing healthy y ecofriendly. Diría que su público mayoritario es femenino. Lo de las smashes es verdad que es ridículo: una comida de adolescentes convertida en gastronomía premium. Bueno, y lo mismo con las pipsas y sus mapsas. Me la pela que las haga un italiano con una receta de su bisabuela.

Igual que los cafés pijos y muchas mierdas son atribuibles a consumo femenino, en lo de las hamburguesas quizá sí tienes razón. Los hombres son más carnívoros.

Para comprender las relaciones entre política y religión desde un prisma liberal, te recomiendo, shini, «El arado, la espada y el libro».

Eso implica que para socializar hay que gastar, y, sí, la ideología hegemónica lo promueve, pero queda un margen de decisión personal. Si no sabemos estar juntos sin necesidad de consumir, no es por las pantallas, pero tampoco por la pobreza. Es porque a la legítima crítica a la tradición no la ha acompañado una fundamentación alternativa de los vínculos humanos que no descanse en el cálculo racional inversión/retorno.

#1 ¿Y mover la capitalidad de España a Barcelona cómo lo verías como movimiento estratégico? De alguna forma, es lo que subyace a la idea de trasladar el Senado allí.

¿Qué es el centro político? Asumir que existe posibilidad de neutralidad es ya adoptar la visión liberal. En mi opinión, todo el reformismo, esto es, progresismo, es liberal, y por ello presentan distancia discursiva con la derecha remarcando el prefijo neo- en el rival político. Unos y otros son representantes de la burguesía y la oligarquía.

No sé si eres trol o si de verdad no entiendes lo que significa globalización. ¿Los españoles no quieren trabajar en el campo o en hostelería por malas condiciones? Pues importamos mano de obra barata. Esa mano de obra tiene que vivir en algún sitio, ergo contribuye al aumento de demanda inmobiliaria, al hacinamiento, etc. Lo mismo para albañilería, limpieza, etc.

Supongo que pretendías sacar el tema polémico de la inmigración para que los pijoprogres que viven en barrios chachis vengan a llamar fachapobre al que vive en sus carnes este fenómeno.

Otro día hablamos de los europeítos comprando vivienda en España, algo que lleva pasando, al menos, desde Aznar, al igual que lo otro (rumanos, boom inmobiliario...). Últimamente, por ejemplo, viene mucho italiano.

Ridículas son muchas cosas, como gastarse un pastizal en una ceremonia de matrimonio, hacer cola pa ver el musical de El rey león, envolver una colonia de Illojuan pa los reyes del nene o hacer viajes de un día a París con las ofertas de avión concurrentes. Por lo que sea, sólo hacéis escarnio de lo que los demás hacen con sus orificios. Y nos creemos muy avanzados y tolerantes.

Pues mejor, anónime. Lo que otros llaman cordialidad, como felicitar el año nuevo, es pura y llanamente falsedad.