Pensándolo como pides, un dios indefinido no puede contener más que un significado indefinido. Si su presencia es el funcionamiento del universo, el funcionamiento del universo es indistinguible de él. Como conclusión de tu premisa, su existencia o inexistencia se vuelven del todo irrelevantes.

Un profesor de religión que había en mi instituto (y que también era el cura de la parroquia) decía que era estúpido interpretar la biblia de forma literal. Que todo era una metáfora de como se había desarrollado realmente la tierra.

El mayor problema del dios judeocristiano son sus poderes. Chocan de pleno con la realidad, no puede haber un creador que sea indistinguible de su propio acto de creación. Es como decir que yo invente el fuego solo por estar presente cuando se incendió un árbol por un rayo.

Manipular la materia a nivel molecular o genético sin ningún tipo de intervención (el espíritu santo con el mito de Jesús es otra cosa) es simplemente una incongruencia en sí mismo.

Y como el propio universo responde a unas leyes, el trabajo de dios sería lanzar la bola de nieve por la colina, todo lo que pase después es una maravillosa casualidad ajena a su existencia... y volvemos al comentario que dice que entonces su existencia o no, es irrelevante.

Si hubiera más definición acerca de sus poderes, como las religiones politeistas sería diferente. Un dios genera el big bang y otro moldea la vida a partir de lo creado, etc.