Hombre, un señor de su calibre y altura no se puede mezclar con la sucia plebe, no vaya a pillar el cólera, la lepra o algo así. El pueblo está para estar a sus pies y en su servicio, que no se diga lo contrario.

Y después nos quejamos de que nuestra sociedad es una mierda cuando ******* de tal calaña hacen lo que quieren.

A mi también me da asco juntarme con la plebe de la clase turista, le entiendo muy bien

Yo los mandaba a todos a hacer los viajes oficiales en autobús, y quitándoles las paradas para mear cada 3 horas. Asi sí que íbamos a ahorrar

#6 #6 Este comentario se ha eliminado ya que no cumplía con las normas de uso de la página.Ese señor se reduce a lo mismo, poder, poder y más poder con unas gotas de complejo de divo que no puede con él. ¿Y porqué no mejor bajo las ruedas del autobús como una pequeña cura de humildad?

#1 #1 WeirdPatoMel dijo: Hombre, un señor de su calibre y altura no se puede mezclar con la sucia plebe, no vaya a pillar el cólera, la lepra o algo así. El pueblo está para estar a sus pies y en su servicio, que no se diga lo contrario.Por supuesto que sí. Además, ¿para qué están los pasajeros de la clase turista, sino para sacar brillo a lengüetazos el suelo que estos señores han de pisar? Y para arrodillarse para que pisen sobre ellos al subir a la escalera.

#1 #1 WeirdPatoMel dijo: Hombre, un señor de su calibre y altura no se puede mezclar con la sucia plebe, no vaya a pillar el cólera, la lepra o algo así. El pueblo está para estar a sus pies y en su servicio, que no se diga lo contrario.No te olvides del tifus, la tuberculosis, o el sida, que nunca se sabe cuando puedes encontrarte una aguja en el sillón de la clase turista...

Vamos a ver, ES indignante, todos sabemos que lo llaman clase turista para no ofender a los POBRES.

me parece irónico que el presidente del Tribunal Supremo de Justicia quiera ir por encima de los demás...la Justicia no debería ser acaso igualdad de derechos para todos? pues menos hipocresía y más predicar con el ejemplo, joder.

Publicado, FUCK YEA.

Pues que no viaje. Y punto en boca, ¡hombre ya!