A ver, no sé si me he enterado de algo, pero definitivamente no me apetece que cualquiera me tire un dardo a ver si da a la diana. Hay tiradores que no nos interesan desde el vamos, no tenemos porqué permitirles hacer el intento sólo porque a ellos les apetece jugar.

Y creo que justamente donde cualquier tirador puede hacer el intento son las historias de Disney o las películas románticas. La vida real es bastante menos amable (como seguramente ya has notado, a juzgar por este TQD) y lo más probable es que tengas que ver si le agradas al dueño del bar antes de acercarte a las amenidades del mismo. Su local, su diana, sus reglas.

#3 La analogía de #0 es muy extraña, nadie lo ha entendido realmente (e incluso con tu interpretación sigue sin tener sentido lo de “escoger el dardo”, si se está refiriendo a la perspectiva masculina).

#10 Es una loca del coño, pasa de ella.

Yo suelo empezar la interacción (siempre me gusta el clásico chico tímido que no pesca indirectas y ni de coña va a dar el primer paso), y la verdad es que todavía no me he comido un rechazo sangriento. Casi siempre son absurdamente corteses hasta para decirte que no están interesados. Pero claro, para fijarme en ellos de antemano tengo que saber que son gentiles. Un carácter desagradable o agresivo es un matapasiones para mi.

No voy a decir que sea garantía de nada, pero ve detrás de una chica amable en vez de una que solo esté buena, y a lo mejor te llevas menos disgustos.

#3 #7 No tenía idea de que existían hoteles donde no prestan esos servicios. ¿No es como lo mínimo indispensable que te lleven las maletas o te presten servicio a la habitación? ¿O en España no se estila?

Porque rara vez las vemos. Es más fácil sentirte comprometido a dejar propina a alguien que te está prestando el servicio en el momento, que alguien cuya presencia apenas intuyes durante tu estadía. Aparte, siendo que dentro del pago del hotel se incluye la limpieza diaria de las habitaciones, realmente es difícil interiorizar el hecho de que es necesario pagar un extra por ese servicio. Quizá más que pedir propinas, lo que tendrían que hacer es exigir que les mejoren el sueldo.

#2 No se puede extrapolar a toda la raza humana, pero indudablemente genera patrones de comportamiento. Somos menos complejos y sofisticados de lo que nos gusta pensar.

Hay gente que lo hace para tener al menos una oportunidad. A lo mejor por mentir pierden puntos a la larga, pero de no hacerlo no tendrían ninguno, para empezar.

Yo recuerdo al menos un par de mentiras que le dije a mi novio al conocerlo para “ganar puntos”. No eran temas especialmente importantes y mentir era totalmente innecesario, pero me gustaba demasiado y quería impresionarlo a como diera lugar. Cosas tontas que de pronto parecen buena idea cuando te está hablando un tío idéntico al personaje de anime del que llevas “enamorada” una década y las hormonas ya han ahogado a tus neuronas como si fueran vino barato.

#4 Por poder puedes quejarte aunque seas el heredero de Bill Gates, pero creo que pocas cosas hay menos productivas o interesantes de escuchar que una queja.

Otra cosa es un reclamo con un propósito, cuestiones como huelgas o demandas, pero no parece el caso de #0.

Supongo que me van a follar a negativos, pero ¿has pensado en doblar turnos o conseguir un segundo empleo? Yo pude hacerme de vivienda y pagar cosas como mi equipo de trabajo o una boda haciendo ambas cosas. Es pesado, sí, pero el alivio y la tranquilidad que dan esos ingresos extra no tiene precio.

#8 La desesperación es mala consejera.

En México es relativamente común ver movidas así (la chica guapa es el gancho para secuestros express).

Muchas veces quedan en un sitio concurrido y seguro, pero ahí sugieren al incauto ir a su apartamento a “ver una peli” y los llevan a una zona apartada donde los desvalijan o cosas peores. La combinación de promesa de sexo y chica bonita hace que la mayoría bajen la guardia y se convierten en un blanco fácil.

En mi país es al revés: casi siempre los que terminan en colegios católicos son o hijos de gente muy religiosa o escoria expulsada de otros colegios para los que la educación privada y barata es la única opción. Los colegios con verdadero prestigio, a los que generalmente asisten los hijos de quienes no quieren que sus crías se junten con “chusma”, casi siempre son laicos.

#3 ¿Qué significa “cremita”?

#11 (sigo) Puede parecer que la humanidad ya superó esa etapa y que un padre que censura la expresión y comprensión de las emociones es una bestia, pero basta con ver las burlas a las que se somete un hombre acosado o violentado (incluso por la propia autoridad), para darnos cuenta de que, como sociedades, aún nos queda mucho camino por recorrer, y quienes lo recorren no lo tienen fácil. Muy de la mano de la atención a la salud mental, debe hacerse énfasis en la necesidad de replantearnos tanto nuestra educación emocional como el modelo predominante de masculinidad, que no reporta beneficios a nadie y provoca en mayor o menor medida sufrimiento a todos loa involucrados.

Si de lo que se habla es de suicidio, en todo caso, lo que habría que trabajar es cómo reducir la tasa de suicidio en general. Las mujeres hacen aún más intentos de suicidio que los varones; si estos últimos tienen más éxito es porque suelen probar con medios más efectivos (ahorcamiento o armas de fuego vs. sobredosis o desangramiento). Incluso en esos casos extremos, los varones se inclinan por métodos más violentos.

Siguiendo la linea de #10, creo importante mencionar que no hay una correlación demostrada entre el nivel de testosterona (o la naturaleza masculina como un todo, ya puestos) y la agresividad. Siendo que un porcentaje mayor de personas que presentan conductas violentas son varones, hablando en términos meramente estadísticos, y que prácticamente se ha descartado un componente biológico, es necesario enfocarnos en la crianza, o más específicamente, en el desarrollo de la inteligencia emocional. Una inteligencia emocional pobremente desarrollada, donde se suprime la expresión (el clásico “los hombres no lloran”), la sensibilidad se ve como una debilidad, y se fomenta la respuesta agresiva desde temprana edad (competitividad en los deportes, modelos poco saludables de masculinidad en el entorno, el clásico “que aprenda a defenderse”, entendiendo esto como una respuesta físicamente violenta, etc) deja al niño por un lado indefenso ante las agresiones emocionales (lo cual parece confirmarse con la cantidad de hombres víctimas de violencia no física), y por otro, propenso a reconducir brotes emocionales como conductas agresivas.

Puede depender de la resistencia al frío o calor de cada persona.

En mi época de bajo peso siempre tenía frío e iba con un montón de ropa en la época que fuera.

No creo que tu experiencia se pueda extrapolar a un caso general. Puede ser incluso cuestión de suerte.

#14 Tiene algo de gracia que justamente tú hables de “podredumbre mental”.

No, no es normal ni comprensible. Es inseguridad e ignorancia a partes iguales (puesto que desconoces el mecanismo más básico de la sexualidad humana). Puedes tener tu opinión acerca de la pornografía como producto, y a lo mejor pensar mal de un consumidor en consecuencia, pero si sientes celos de que tu pareja pueda estimularse sexualmente con recursos externos a la relación... te tengo malas noticias. Es básicamente imposible escapar de ello. (Incluso para los demisexuales, y eso te lo cuento de primera mano)