El nivel de postureo del Ayuntamiento de Donostia es más alto del que pensaba

Desde Zaragoza, ciudad de 700.000 habitantes (no llega a esa cifra pero casi), te mando mis respetos. Aquí pasó lo mismo con el tranvía, había antaño, lo quitaron, ahora lo han vuelto a poner. Totalmente innecesario, que ahorra 10 minutos de viaje para volver de la uni y poco más en comparación con lo que ha costado. Con las líneas de autobuses en ciudades medianas o pequeñas vale, pero fijo que se llevarán pasta con el tema como seguramente se la han llevado aquí.

Primero gastan el dinero de todos en hacer infraestructuras innecesarias y después se quejan de que la gente las usa poco y de que no hay dinero para cosas que son imprescindibles. Los políticos son la caña, hacen lo que quieren con nuestro dinero sin preocuparse de las necesidades reales del pueblo, otro gallo cantaría si hicieran una ley de responsabilidad política en condiciones y se auditaran todas las cuentas públicas y la necesidad de los proyectos faraónicos que nos obligan a acometer. La idea sería "eres responsable de lo que hagas mientras gobiernas, si la cagas pagas".

¿30 líneas de autobús? ¡más bien 43 + servicios nocturnos! ¡No hay ninguna necesidad de ese metro!

¿Cuánta comisión se llevarán directivos de Kutxa, PNV y demás amiguetes por semejante obra faraónica?

Está claro que el metro lo quieren construir para llenarse los bolsillos con el dinero invertido en la obra. Qué importa lo que opine la gente.

Un político no puede saber la oferta y demanda y no es relevante.

Son ganas de tirar el dinero

#7 #7 ladycorazonoscura dijo: Un político no puede saber la oferta y demanda y no es relevante. @ladycorazonoscura Infórmate. Se han hecho hasta manifestaciones contra el metro en Donostia. Todo dios sabe que no queremos metro.

#9 #9 ehaskatu dijo: #7 @ladycorazonoscura Infórmate. Se han hecho hasta manifestaciones contra el metro en Donostia. Todo dios sabe que no queremos metro.@ehaskatu A ver, no tengo que negar que no queréis metro. Lo que intento decir es que las obras del gobierno no están motivadas a obtener rentabilidad.