No solo son los sueldos, sino que no existe la conciliación. Con los actuales horarios de muchas empresas y los de los colegios, las familias tienen que hacer malabares para conciliar vida personal y familiar.

#1 #1 zap_zap94 dijo: No solo son los sueldos, sino que no existe la conciliación. Con los actuales horarios de muchas empresas y los de los colegios, las familias tienen que hacer malabares para conciliar vida personal y familiar.Y encima las empresas solicitan que sean los colegios quienes se amolden a sus horarios.

Esto no pasaría si viviésemos en un estado en el que los niños no son criados por sus padres sino por el estado, en centros comunes con una educación y recursos estandarizada.

¡Mira, es América! Qué pedazo de descubrimiento has hecho, Cristóbal Colón 😀

Sé que muchas personas se quedarían completamente a cargo de la casa y los niños si el otro les asegurara pan, techo y dinero, pero hay muchas otras que a pesar de todo preferimos trabajar.

Un cónyuge trabajando y el otro ocupándose de la casa es el sueño frustrado de muchos; una costumbre de la vieja usanza que se recuperaría si los sueldos y condiciones fuesen decentes y diesen para vivir una familia de manera digna (incluyendo las periódicas vacaciones a algún lugar y querencias). Y sí, todavía hay situaciones de parejas que están así, aunque no suele ser la norma.

Yo pensaba eso hasta que mi abuela, con 4 hijos y enviudada de 40 años cuando una mujer lo tenía muy difícil para salir adelante sin su marido, consiguió sacar adelante a sus hijos.
Y trabajando en el campo terrenos pequeños propios y para otra gente.