En la cama no hagas nada con lo que no te sientas cómodo. Si no te gusta, lo hablas con tu pareja y en todo caso buscas alternativas (que hay muchísimas, desde técnicas hasta sofisticados juguetes y juegos de pareja).

Si dijeras que llevaron bacalao, queso añejo o algo así, vaya y pase, ¿pero una hamburguesa?

No sé como sea en los cines de tu zona, pero en los de este lado del charco te venden hot dogs, nachos con carne, pizza y demás cosas por demás aromáticas para comer dentro de la sala. Y siendo que un gran porcentaje de las ganancias de los cines no salen de la taquilla sino de los comestibles, supongo que sabrás que tu caso es la excepción y no la regla.

#12 @cuatrotrecedoce Para llegar un año después a decir esa gilipollez de la página de encuestas, mejor no vengas.

Como alguien que se ha dedicado de forma entusiasta a estudiar el comportamiento humanos desde que era niña, te aconsejo que no le busques la lógica. El cerebro humano es tan complejo y se ve tan influido en su desarrollo por factores genéticos y ambientales (en los que entran desde la relación con la madre hasta la densidad de población circundante, pasando por experiencias fuertes en nuestros impresionabilísimos primeros años de vida, el nivel de exposición a la luz solar o contaminación, entre otros), que sin importar la cantidad de estudios que se hagan al respecto siempre habrá casos que rompen todo pronóstico de la ciencia, y no son precisamente casos aislados.

Es la clase de conocimiento en el que la teoría solo te da un vago panorama y hay que experimentarlo, no para conocer 'la fórmula', sino para adiestrar al cerebro para interpretar las señales conscientes e inconscientes de una posible pareja y adaptar sobre la marcha nuestras respuestas y comportamiento al mismo, generando una conexión (o al menos la ilusión de una) en la otra persona. Es como conducir o aprender a nadar: puedes leer toda la teoría que quieras, pero la única forma de aprenderlo, mecanizarlo y eventualmente hacerlo de forma automática es practicar. Y sí, hay gente que lo hace de forma natural (generalmente porque desde la primera infancia desarrollan las habilidades necesarias para ello), y gente que batalla toda la vida y tiene que hacer un esfuerzo consciente cada vez que se ve en posición de entablar una relación humana. Pero no te desanimes, es una habilidad que se puede desarrollar.

Muy pocas víctimas de maltrato ven al victimario como es desde el principio. Casi todos los maltratadores empiezan sus relaciones con careta de buenísima persona y sutilmente empiezan a lanzar sus ataques y mermar la resistencia de la otra persona. De hecho es muy común que solo muestren las garras hasta que hay matrimonio o niños de por medio, o el maltratado pierde el empleo o es 'culpado' de algo dentro de la relación... algo que ate a la víctima y lo ponga en una posición desventajosa respecto al maltratador. Realmente la única diferencia es la forma en que la sociedad ve el maltrato a una u otra facción: una mujer maltratada es una pobre criatura que necesita protección, un hombre maltratado es un perdedor que no puede defenderse ni de una mujercita (y esta noción enfermiza de la invulnerabilidad masculina permea incluso al sistema legal, por desgracia).

Puedes intentar superarlo trabajando el asunto con tu novia (idealmente de la mano de un especialista), o dejar de perder el tiempo y dejarla de una vez. Pero si sigues como hasta ahora y sin sincerarte con ella es muy poco probable que la relación vaya mucho más allá.

Con que puedan emularlas de forma creíble será más que suficiente. Si ya con lo poco que hay ahora miles de personas las usan para paliar la soledad, imagínate en unos años cuando la respuesta sea más convincente.

A mi también me ha pasado, y la causa puede ser agotamiento. A veces uno hace malabares con más pelotas de las que puede manejar y hay que dejar caer alguna si no queremos que todas terminen en el suelo. Deja los cursos o actividades extra una temporada y analiza cómo te sientes; si a pesar de relajar la agenda te sigues sintiendo rebasado, consulta con un profesional.

¿No puedes retirar directamente en el banco si no tienes la tarjeta?

Ew. Y a todos los que opinan que nones para tanto: ew también.

Si tuviera tanto poder e influencias no estaría en una escuela pública. ¿Estás segura de que por eso aprueba?

Si está divorciada, en principio ya hay un “papi” que se encarga de proveer para su descendencia y participar en su crianza. En todo caso estará buscando un nuevo compañero sentimental. Pero es un hecho que las niñas son parte de la ecuación desde el vamos, si no te sientes cómodo con la idea, mejor pasa.

#8 @breju Bueno, eso es muy relativo. En primera, porque no necesariamente un mejor cuerpo es el que ha sufrido más sacrificios (sin ir más lejos, una madre que ha perdido su figura tras dar a luz, o una mujer que descuida su físico porque ha dedicado cada gramo de fuerza a una meta diferente, o una atleta que tiene un cuerpo que muchos considerarían antiestético pero que es el adecuado para la disciplina que desempeñan...), y en segunda, porque el concepto de un físico ideal varía mucho de una persona a otra y no siempre es asequible mediante el solo esfuerzo (senos grandes o labios gruesos, por ejemplo). A mí me gustan las chicas con volumen y suavidad en el cuerpo, y no me producen el mismo arrobamiento los cuerpos cuya propietaria se ha dedicado a cuidar con esmero.

#13 @isei No, no se me ocurrió. Tenía 16, experiencia nula, autoestima nula, y me criaron con la idea de "sonreír y asentir" y tragarme mis sentimientos para no parecer maleducada, con lo que obviamente no tenía las herramientas para manejar la situación. Aparte, me sacaba bastantes años y era un hombre de buena posición, y eso me imponía. Era un buen partido y pensé que podría llegar a gustarme si lo conocía mejor (solo me puede gustar gente a la que conozco bien), pero no funcionó y me sentí atrapada. Huir fue una gilipollez, pero en el momento fue lo único que se me ocurrió.

Mi peor primera cita habría sido una bonita si no fuera por la persona con la que salí. Era guapo, inteligente, con un buen empleo, buen gusto al vestir, con talento musical y bastante gentil... pero por alguna razón no me gustaba ni un poco. Fue espantosamente incómodo estar insistiendo para pagar mi parte de los gastos (no le quería costar ni un centavo al pobre), espantosamente incómodo que en el restaurante nos pusieran cositas 'románticas' sin preguntar (corazones en el café y una pieza musical tocada por el violinista del lugar), y espantosamente incómodo tolerar que intentase tocar mi mano en la mesa o hacerme sonreír. Para peor, él debió pensar que fue un éxito, porque la siguiente vez que nos vimos, en clase de idiomas, intentó tomar mi mano de nuevo.

Abandoné francés, cambié de teléfono y no volví a verlo más. Desde entonces no he salido nunca en plan romántico con nadie por quien no sienta algo de antemano. Buf.

Qué asco das, tía.

Siendo justos, el canon anoréxico es de hace un par de décadas, las figuras de moda a día de hoy tienen más volumen (ya sea por el rollo fitness que favorece un poco más de masa muscular, o por la moda Kardashian). Fuera de ello, las estrías pueden o no parecerte bonitas (siendo que la belleza es algo subjetivo), pero siendo que son cicatrices que rompen un rasgo tan universalmente gustado como una piel lisa, es normal que no sean muy apreciadas por si solas. Lo que no significa que una persona no pueda ser atractiva a pesar de tenerlas.

El problema no es el origen. Todos los nombres se inventaron en algún momento, y en algún momento fueron raros antes de popularizarse o extinguirse. El problema es que a menudo la gente no elige los nombres de sus hijos por su estética, sino por hacer referencia a eso que les mola, y una vez que la moda y la euforia se pasan el nombre pierde todo atractivo. Eso sin contar que puede que sean malas interpretaciones de la fuente (confundir el apellido de un personaje con un nombre de pila, o intentar "feminizar" o "masculinizar" un nombre cambiando por completo el significado en la lengua de origen, etc), que a menudo son complicados de escribir (o peor, directamente los padres lo escriben mal a la hora de registrar al niño) condenando al hijo a pasar apuros cada que tiene que dictar su nombre a alguien o alguien tiene que leerlo en voz alta, que pueden ser ridículos por sí solos o deformados para darles un sentido insultante, esa clase de cosas. La gente necesita tomarse menos a la ligera la elección de un elemento tan importante dentro del desarrollo de la identidad y la vida de un hijo.

#1 @yoymiyo86 ¿Qué más dará que sea la casa del padre? Cuando habitas bajo el mismo techo que otras personas, cualesquiera que sean las razones, les debes respeto. Más que más si son tus hijos.

¿Por qué este año en especial?