#188 Escribir. Cocinar (pasta, mayormente). Ducharme (con agua: a veces caliente, a veces menos, pero siempre mojada). Comer (véase "cocinar"). Hacer fotos (a gente y a cosas). Hablar todo lo que pueda. Escuchar mucho más de lo que hablo. Crucificar a algún que otro gato. Cabrearme por cosas que realmente lo merezcan. Cabrearme por cosas que no lo merezcan en absoluto. Intentar no cabrearme (y no conseguirlo). Intentar cabrearos (a ti especialmente). Hacer el amor con mi panterita. Follar con mi panterita. Que mi panterita me haga el amor. Que mi panterita me folle. Reír, llorar, salir, beber, el rollo de siempre, meterme mil rayas (ah no, eso ya no, nunca más), hablar con la gente... En definitiva, pintar paisajes internos y lanzar piedras a todo lo que se mueva.

A Italo Calviño, un amigo de mi abuelo, le gusta coger el coche de su nuera, conducir 250 Kms. en dirección Sur-Noroeste, bajar la ventanilla de vez en cuando para que el aire le refresque la calva, detener el coche en una población costera, bajar del coche y chino-chano caminar hasta la pensión más cercana.

Una vez ahí pregunta si hay alguna habitación libre. La propietaria (Dolores Sellamaba Lola, 46 años, divorciada, enferma de cáncer, pero aún no lo sabe) le dice que sí. Y sonríe. Él también.

En la habitación, huele raro, pero no se está mal.

Abre la ventana, mira al exterior, cierra la ventana, se sienta en la cama y mira una vieja fotografía. Y llora.

A veces.

He aquí la razón por la que siempre llevo una guadaña encima.

No para mutilar a nadie, ¿eh? Pero os aseguro que sólo de verla, la plebe se abre ante mí cual Celia Blanco ante Nacho Vidal.

#154 Jo, y yo que pensaba que me estaban lanzando un piropo.

http://www.info-animales.com/wp-content/uploads/2009/07/mapache.jpg

#150 Tú que me ves con buenos ojos, bribona.

Mira, mira, este soy yo cada vez que alguien pregunta cómo hago para que me publiquen todo esto! ¡Áyva qué pelaje!

#10 Seguro. Reconstruyamos la escena.

El apuesto Ahmed otea el horizonte del autobús en busca de aquello a lo que aún no puede poner nombre. Es esa sensación extraña, no del todo desagradable, de que algo está a punto de suceder. Tras echar un somero vistazo, lo sabe. No hay lavabo. Y él yéndose por la pata p´abajo.

Y entonces la ve. A Ella. En el fondo del vehículo. Con paso tembloroso (recordemos que se está cagando) se acerca a ella y le da un papelito con su nombre y teléfono escrito.

Yamilé mira el papel, y después hace lo propio con él.

-Anda, cordero, escóndete bajo mi manta que se te ve con hambre.
-Arf, arf, arf.

A mí me cuesta sobremanera subir cuestas llevando a una tipa que hace encuestas a cuestas.

Porque siempre me la pego.

Se admiten apuestas.

Juro que a partir de ahora, cada vez que pise un transporte público, a la primera miradita de pichón que intercepte entre dos mochuelos, me acerco a uno de los dos y le pregunto a voz en grito:

-¡Anda, cuánto tiempo sin vernos! ¿Qué, cómo llevas lo de la gonorrea?

#138 Pero es que tú eres inteligente.

#92 Psycho, veo tu video y subo a Maruja.

http://www.youtube.com/watch?v=5hMkQYgRMEU&feature=related

Nah, hombre, déjalos que disfruten...

Por cierto, ¿qué es eso blancuzco que tienes en el pelo?

#79 Apokalipsia 1411 era yo, merluza. No es muy dificil comprobarlo, por cierto, pero no voy a dar pistas sobre cómo hacerlo...

#102 Coleguita, lamento tener que comunicarte que lo que antes era el Intermarché, ahora es un... ¡ESCLAT! Y bien grande. Te lo recomiendo encarecidamente, especialmente el pescado (y a la pescadera).

#87 Holaquétal, me llamo Aurelio Pany Mojo y soy un pescao que estaba en el supermercado en cuestión. Me veo en la obligación de añadir que soy un pescaete de los de verdá con sus espinas, sus branquias y todo eso, y quiero denunciar lo que es un clarísimo caso de discriminación pescatil por parte de la usuaria violeta87. Perovámoavéh, tanto denunciar a las pescaDeras pero al final del día nadie se acuerda de nosotros.

¡Que el mapatxe este de los co*ones también ha puesto en duda nuestra integridad física! Que vale, mi primo Marcos P.H. (un salmonete la mar de majo) cantaba un poco, pero el resto nos hallábamos en perfecto estado de salud. Exceptuando lo de estar muertos, claro.

#81 #84 Holaquétal, me llamo Pablito Áureo Marmóreo y soy un moralihta. ¿Y eso qué eh lo que eh? Pueh yo pinto moraleh, ¿no? Oséa, que tú ejtás con la moral asín como baja, ¿no? asín como que sienteh que no pintahj ná en la vida esta y, ¡ZAS! puéh entonceh voy yo y te apinto la moral. Y anda que no chana, neng.

También me mola imaginarme que me cargo avioneh a pedrás, pero ya casi no lo hago.

#43 Sabes que en mi corazón siempre habrá un rinconcito para ti. Cuando vaya bien de pasta te juro que te regalo, como mínimo, un hipopótamo, que siempre son útiles en los tiempos que corren.

#24 ¡Claro! ¡Y podremos ir a coger margaritas por el campo y a decapitar gatos! ¡Yuuuuupi! :)

#30 No, no, la frutera no, en breve empezaré con los autobuses, que ahí dentro me ha pasado de todo!

#32 Totalmente de acuerdo, pero qué arcadas, Clockwork, qué arcadas. Daban ganas de abrirle la boca a una de las cajeras y vomitarle dentro o algo tan bonito como eso.

#40 Holaquétal, soy una patata poseída, la desposeedora que me desposea, buena exorcista será. Ohú.

#13 Seven, te aseguro que el olor que hay ahí a veces NO ES NORMAL. El sítio es grande de cojones, y ya ha sido en tres ocasiones en las que, tal y como entraba por la puerta, me daban ganas de salir por patas, coger un avión y largarme al Tibet para empezar a tocar los tambores maoríes en las calvas de los monjes budistas esos.

#15 Errare Mapatxum Est.

#20 El Hamor, tal y como lo conocemos, no existe. Son mucho mejores los orgasmos simultáneos, que se disfrutan más y no llevan Hache.

Sólo para puntualizar, niños y niñas: El Esclat es un supermercado bastante grande, y si voy ahí es para comprar TODO lo que no es pescado, ¿oído cocina?